domingo, 4 de mayo de 2014

Aprender a afrontar los problemas

    La manera en la que afrontamos nuestros  problemas y preocupaciones tiene consecuencias en el resultado que obtenemos. Podemos llegar a solucionarlo, no solucionarlo, o incluso estos problemas pueden volver a aparecer una y otra vez. Pero además debes saber que también tiene consecuencias en nuestra autoestima y en nuestro estado de ánimo. Hay diversas formas de enfrentarse a estas situaciones, empecemos analizando cómo lo haces tú con una breve encuesta:
       
      Anota el número de aquellas respuestas con las que te sientas más identificad@ a la hora de enfrentarte a un problema.


  1. Lamentando aquello que he hecho que me ha podido llevar a esta situación.
  2. Me distraigo con otras cosas para no pensar más en mi problema.
  3. Pienso que pasará lo peor y se va agrandando mi problema.
  4. Confío en que con el tiempo todo se arreglará y eso me tranquiliza.
  5. Intento ver el problema desde la distancia para que no me afecte.
  6. Le echo la culpa a otras personas, las circunstancias, la economía, etc.
  7. Trato de determinar que depende de mi para solucionar el problema.
  8. Creo que el problema nunca se solucionará, que siempre estará presente.
  9. Intento buscarle un significado a todo lo que ha pasado.
  10. Lo veo como una señal de que tengo que cambiar cosas.
  11. Me guardo mis preocupaciones para mi mismo.
  12. Intento buscar la parte positiva del problema.
  13. Expreso mis pensamientos y sentimientos a otras personas para sentirme mejor.
  14. Otros: __________________________________________________________

    Una vez que has identificado como sueles actuar cuando se te presenta un problema vamos a analizar un poco más las consecuencias de estas respuestas: 

      A continuación, indica cual de tus respuestas crees que te llevarán a solucionar el problema y sentirte mejor, y cuáles no te llevarán a solucionarlo e incluso te harían sentirte todavía peor.


Respuestas útiles y positivas
Respuestas inútiles y negativas
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     Podemos identificar en estas respuestas cuatro formas de enfrentarse a los problemas:

·          Respuestas negativas, que te llevarán a no centrarte en la solución del problema, te harán sentirte peor, no lograrás solucionarlo e incluso harán más probable que reaparezca en un futuro: culpabilizarse, ignorar el problema, centrarse en la preocupación y no en la solución,  echar la culpa exclusivamente a cuestiones externas, no buscar ayuda y apoyo en los demás, esperar un resultado negativo a cualquier intento de solución. (1, 3, 6, 8 y 11).
·          Respuestas que implican una actitud pasiva, puede provocar que disminuya tu autoestima, a la larga te hará sentirte mal y no lograras solucionar el problema. Separarse del problema, ignorarlo, distanciarse, dejar que no te afecte, es útil en aquellos casos en que la solución no está en tu mano y te ayuda a controlar y disminuir las preocupaciones. Sin embargo puede ser negativo si por miedo evitas afrontar los problemas cuando si está en tu mano la solución (2, 4 y 5).
·          Respuestas positivas: que te hacen ver los problemas como una oportunidad de cambio, progreso y de crecimiento personal. Aumentará tu autoestima y mejorará tu estado de ánimo ( 9, 10 y 12 ).

·          Respuestas que te llevan a una actitud activa ante el problema: centrarte en él, buscar soluciones que estén en tu mano y pedir apoyo emocional cuando lo necesitas (7 y 13). Además de mejorar tu autoestima y tu estado de ánimo te ayudará a ir adquiriendo los recursos personales necesarios para solucionar los problemas futuros con los que te encuentres, haciendo menos probable que estos se vuelvan a repetir.

     Por todo ello, te animo a que cuando te encuentres ante un problema o situación conflictiva no te dejes llevar por las emociones negativas ni te pongas en que pasará lo peor, enfréntate al problema, analízalo e intenta buscar las soluciones posibles, selecciona la mejor solución posible y llévala a cabo. Si no obtienes el resultado esperado prueba a solucionarlo de otra forma, haciendo siempre lo mismo se obtienen siempre los mismos resultados. En todo el proceso busca el apoyo y la ayuda de las personas que te quieren y de los profesionales que necesites, tanto para desahogarte, para separarte de las emociones negativas, para conseguir una visión objetiva del problema si ves que sólo no eres capaz, y para conseguir los recursos instrumentales que necesites para solucionarlos.