La manera en la que afrontamos nuestros problemas y preocupaciones tiene consecuencias en el resultado que obtenemos. Podemos llegar a solucionarlo, no solucionarlo, o incluso estos problemas pueden volver a aparecer una y otra vez. Pero además debes saber que también tiene consecuencias en nuestra autoestima y en nuestro estado de ánimo. Hay diversas formas de enfrentarse a estas situaciones, empecemos analizando cómo lo haces tú con una breve encuesta:
Anota el número de aquellas respuestas con las que te sientas más identificad@ a la hora de enfrentarte a un problema.
Anota el número de aquellas respuestas con las que te sientas más identificad@ a la hora de enfrentarte a un problema.
- Lamentando aquello que he hecho
que me ha podido llevar a esta situación.
- Me distraigo con otras cosas para
no pensar más en mi problema.
- Pienso que pasará lo peor y se va
agrandando mi problema.
- Confío en que con el tiempo todo
se arreglará y eso me tranquiliza.
- Intento ver el problema desde la
distancia para que no me afecte.
- Le echo la culpa a otras personas,
las circunstancias, la economía, etc.
- Trato de determinar que depende de
mi para solucionar el problema.
- Creo que el problema nunca se
solucionará, que siempre estará presente.
- Intento buscarle un significado a
todo lo que ha pasado.
- Lo veo como una señal de que tengo
que cambiar cosas.
- Me guardo mis preocupaciones para
mi mismo.
- Intento buscar la parte positiva
del problema.
- Expreso mis pensamientos y
sentimientos a otras personas para sentirme mejor.
- Otros:
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Una vez que has identificado como sueles actuar cuando se te presenta un problema vamos a analizar un poco más las consecuencias de estas respuestas:
A continuación, indica cual de tus respuestas crees que te llevarán a solucionar el problema y sentirte mejor, y cuáles no te llevarán a solucionarlo e incluso te harían sentirte todavía peor.
Respuestas
útiles y positivas
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Respuestas
inútiles y negativas
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- -
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-
- - |
Podemos identificar en estas respuestas cuatro formas de enfrentarse a los problemas:
·
Respuestas negativas, que te llevarán a no
centrarte en la solución del problema, te harán sentirte peor, no lograrás solucionarlo e incluso harán más probable que reaparezca en un futuro: culpabilizarse,
ignorar el problema, centrarse en la preocupación y no en la solución, echar la culpa exclusivamente a cuestiones
externas, no buscar ayuda y apoyo en los demás, esperar un resultado negativo a
cualquier intento de solución. (1, 3, 6, 8 y 11).
·
Respuestas que implican una actitud pasiva, puede provocar que disminuya tu autoestima, a la larga te hará sentirte mal y no lograras solucionar el problema. Separarse del problema, ignorarlo, distanciarse, dejar que no te afecte, es
útil en aquellos casos en que la solución no está en tu mano y te ayuda a
controlar y disminuir las preocupaciones. Sin embargo puede ser negativo si por
miedo evitas afrontar los problemas cuando si está en tu mano la solución (2, 4
y 5).
·
Respuestas positivas: que te hacen ver los
problemas como una oportunidad de cambio, progreso y de crecimiento personal. Aumentará tu autoestima y mejorará tu estado de ánimo (
9, 10 y 12 ).
·
Respuestas que te llevan a una actitud activa
ante el problema: centrarte en él, buscar soluciones que estén en tu mano y
pedir apoyo emocional cuando lo necesitas (7 y 13). Además de mejorar tu autoestima y tu estado de ánimo te ayudará a ir adquiriendo los recursos personales necesarios para solucionar los problemas futuros con los que te encuentres, haciendo menos probable que estos se vuelvan a repetir.
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