Diferentes
situaciones vitales y acontecimientos estresantes pueden hacernos perder
nuestro equilibrio temporalmente. Nos
sentimos más cansados, sin ganas de hacer nada, tristes, nos cuesta quedarnos dormidos o no descansamos bien, nos sentimos más nerviosos, nos preocupamos y enfadamos con más
facilidad, se nos hace más difícil enfrentarnos a la actividad de la vida diaria y los problemas que van surgiendo, etc.
Sin embargo, existen muchas cosas que puedes hacer para disminuir el malestar, cargarte de energía, protegerte para los siguientes sucesos que te provoquen estrés, y mejorar por tanto tu bienestar y calidad de vida.
A continuación te dejo algunos consejos:
Sin embargo, existen muchas cosas que puedes hacer para disminuir el malestar, cargarte de energía, protegerte para los siguientes sucesos que te provoquen estrés, y mejorar por tanto tu bienestar y calidad de vida.
A continuación te dejo algunos consejos:
1. Alimentación sana. Cuando una persona está preocupada
es lo primero que se puede afectar, bien porque se pierde el apetito o porque
éste aumenta, no se tiene un horario habitual de comida, se abusa de
determinados productos no saludables, etc. ¿Qué es aconsejable?:
- Sigue
una alimentación equilibrada.
- Intenta
comer siempre a las mismas horas.
- Come
4-5 veces al día y bebe 1,5- 2 litros de agua diarios (la falta de hidratación
provoca síntomas a nivel físico semejantes a los que provoca el estrés).
- Intenta
que entre la cena y la hora de acostarte haya al menos dos horas, te ayudará a
descansar mejor.
- El
abusos de bebidas estimulantes (café, te, refrescos de cola, bebidas
energéticas, etc.) es perjudicial para la salud. No es aconsejable más de 4
unidades al día entre todas ellas.
- Tampoco
es aconsejable el abuso de alcohol, tabaco y otras sustancias tóxicas.
2. Sueño reparador. El sueño es otro aspecto que se
afecta cuando estamos preocupados o no nos sentimos bien. ¿Qué puedes hacer
para descansar mejor?:
- Logra
una rutina de sueño diaria adecuada (horario regular de sueño, realizar una
rutina antes de acostarse – lavarse los dientes, baño caliente, leer, etc.-).
- Crea
un contexto adecuado para dormir (temperatura, ruido, comodidad, luz, etc.).
- Lleva
una vida saludable (ejercicio moderado durante el día, alimentación sana, no
cenas copiosas antes de acostarse, no tomar alcohol o tabaco poco antes de
acostarse, buscar momentos a lo largo del día para eliminar tensiones y
preocupaciones, etc.).
3. Ejercicio moderado. Realizar una actividad moderada es
bueno para el cuerpo porque nos mantiene activos, evita el sedentarismo cuyas
consecuencias tan graves para la salud pueden ser el aumento de la presión
arterial, problemas articulares
(artrosis, artritis, reuma,..), sufrir un infarto, etc.. Además estimula la
producción de endorfinas (las “hormonas de la felicidad”) haciendo que nos
sintamos mejor y con más energía después
de realizarlo. Te aconsejo:
- No
es necesario ni aconsejable realizar un ejercicio agotador, basta con andar una
hora al día, ir en bicicleta suave media hora, o incluso ir al trabajo andando
o no utilizar el ascensor y optar por las escaleras.
- No
realices ejercicio dos horas antes de acostarte, pues te impediría dormir bien.
4. Cuida tu interior y también tu “exterior”. Es importante cuidarnos por dentro,
pero también por fuera. Dedica tiempo a ti mism@, desconecta de los problemas
diarios centrándote en lo que de verdad es importante: TÚ. Así aumentará tu
autoestima y mejorará tu estado de ánimo. ¿Qué puedes hacer?:
- Acéptate
y quiérete tal como eres. Todos cometemos errores y todos tenemos mucho que
aportar.
- Aprende
a ver todo lo bueno que hay en ti y valorarlo.
- Disfruta
de tus logros y aprende de tus errores, sin mortificarte.
- Cuida
en cada momento tu aspecto físico (en casa como fuera de ella). No es sólo para
los demás, es para TI.
- Uso
de cremas, maquillaje, pinta uñas, perfumes, manicura, uso de ropa que gusta
más, complementos, etc.
- Quiérete
más, regálate algo que te guste, permítete un capricho de vez en cuando.
5. Fomenta
las relaciones sociales. Las redes
de apoyo (personas cercenas que nos ofrecen ayuda) nos ofrecen diversos
beneficios: instrumental, económico, emocional, etc. Además, diversas
investigaciones han demostrado que tienen beneficios para la salud. Por todo
ello es importante afianzar y ampliar las relaciones sociales. ¿Qué puedes
hacer para mejorarlas?:
- Aprende
a identificar relaciones sanas de relaciones “tóxicas”, potencia las primeras y
disminuye las últimas.
- “Cuida”
a tus amigos y familiares. Pregúntales como están, preocúpate por sus
problemas, escúchales, llámalos y/o queda con ellos, etc.
- Di
“SI” cuando te propongan un plan que implique relacionarte con amigos y/o
personas nuevas (fiestas, actividades en la naturaleza, espectáculos
artísticos, actividades formativas, etc.).
- Realiza
actividades de ocio en el que participen más personas.
- Apúntate
a talleres y cursos presenciales, grupos con tus mismos intereses,
asociaciones, participa en actividades de tu comunidad, etc. para facilitar
conocer personas nuevas afines a ti.
6. Ten
tus momentos de ocio. Las
actividades de ocio nos ayudan a desconectar del ritmo de vida diario y de los
problemas que tenemos. Son imprescindibles para poder hacer frente a las exigencias
de la vida diaria manteniendo un equilibrio emocional y por tanto para nuestra
salud. Puedes por ejemplo:
- Saca
tiempo cada día, aunque sean 10 minutos, para realizar alguna actividad que te
guste (lectura, música, pasatiempos, pintura, fotografía, cuidado de plantes
y/o animales, radio, internet, cine, etc.)
- Participa
en actividades lúdicas que sean de tu interés (deportes, fiestas, actividades
en la naturaleza, eventos artísticos, et.).
- Busca
tiempo para ti mismo para realizar tus aficiones, potenciando así también tu
propia identidad.
7. Genera proyectos nuevos, a corto, medio y largo plazo. El
tener uno o varios proyectos en mente nos motiva y anima cada día para hacer
cosas nuevas. Haz una lluvia de ideas sobre los proyectos que te gustaría
realizar incluyéndolos todos aunque te parezcan irrealizables, ordénalos según
tu interés y las posibilidades para poder realizarlos en ese momento, y ponte
en ello con los primeros de la lista!. Los proyectos pueden ser a corto
(próximo fin de semana por ejemplo), medio (dentro de uno o dos años), o largo
plazo (dentro de varios años). Tus proyectos pueden ser también, por ejemplo:
- Personales:
crecimiento personal (aumentar tu autoestima, aprender a relajarte, aprender a
solucionar problemas, mejorar habilidades sociales, etc.).
- Profesionales:
lograr un puesto de trabajo determinado, ascender, realizar un proyecto
concreto, crear una empresa, etc.
- Educativos:
aprender inglés, informática, realizar una carrera universitaria, etc.
- Ocio:
un viaje, aprender a coser, a hacer fotografías, a bucear, tirarse de
paracaídas, etc.
8. Elimina o disminuye los estresores
diarios.
¿Cómo puedes hacerlo?:
- Enfréntate
a los problemas y busca soluciones.
- Mantén
tu casa, espacio de trabajo, coche, etc. ordenados. Te ayudara a sentirte
mejor.
- Haz
una lista de las cosas pendientes por hacer, prioriza, y llévalas a cabo.
- Di
“NO” a lo que no sea beneficioso para ti y te perjudique.
- Mantente
alejad@ de problemas y conflictos que no te influyan personalmente y te afecten
negativamente.
9. Si necesitas ayuda en alguna faceta de tu vida, sientes
que tienes alguna limitación que te preocupa y te afecta en el desarrollo
normal de tu vida, tienes dudas para seguir estas indicaciones, etc. busca ayuda. Y recuerda, no es débil el
que necesita ayuda, si no el que no es capaz de reconocerlo y no la busca.
Sólo fracasas de verdad cuando dejas de intentarlo.
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